ASUNTOS DE DIVÁN

alttext
Dirigida por: Manele Labidi
Estreno: 20 de Julio
Descargar Fotos

ASUNTOS DE DIVÁN

Una película de Manele Labidi

ESTRENO COMERCIAL: 20 de Julio

Tráiler: ASUNTOS DE DIVÁN | Tráiler Oficial Subtitulado

Descarga de ImágenesASUNTOS DE DIVÁN | Material Gráfico

 

SINOPSIS

Selma es psicoanalista y, tras volver a su Túnez natal para abrir una consulta, se encuentra con que va a tratar con una variopinta lista de pacientes.

 

CRÍTICA

” Usando el humor para abordar las peculiaridades culturales y los conceptos erróneos, el tono se establece hábilmente en la secuencia de apertura. (…) el carisma natural de Farahani hace que las circunstancias sean convincentes en todo momento.”

Lisa NesselsonScreendaily

“Labidi lleva el timón con habilidad, haciendo que la comedia sea cercana y efectiva, y al mismo tiempo nos permite ver detrás de las cortinas para ver las dificultades subyacentes”

Shelagh Rowan-LeggScreen Anarchy

“Suficientemente alegre, una espuma levemente divertida, sostenida aún más por las impávidas reacciones de Farahani y su muy agradable rostro y el fino timing cómico del resto del reparto”

Leslie Felperin: The Hollywood Reporter

“El rostro imperturbable pero atento de Selma le da una nota madura al film y evita que caiga en la complacencia empalagosa.”

Mark Asch: The Film Stage

 

REDES

https://www.instagram.com/impactocine/
https://www.facebook.com/impactocine

https://impactocine.com.ar/

 

FICHA TÉCNICA

Título: Asuntos de Diván

Título original: Un divan á Tunis

Dirección y Guión: Manele Labidi

Asistente de Dirección: Guillaume Huin

Producción: Thomas Paturel – Jean-Christophe Reymond

Post-producción: Bénédicte Pollet-Baronian

Música: Flemming Nordkrog

Fotografía: Laurent Brunet

Sonido: Olivier Dandré, Jérôme Gonthier, Rym Debbarh-Mounir, Samuel Aïchoun

Montaje: Yorgos Lamprinos

Escenografía: Mila Preli, Raouf Helioui

Vestuario: Hyat Luszpinski

Año: 2020

Duración: 88 min.

Género: Comedia Dramática

País: Francia

Distribuye: Impacto Cine

 

FESTIVALES Y PREMIOS

Premios César: Nominada a mejor ópera prima (2020)

Festival de Valladolid – Seminci: Sección Oficial (2019)


REPARTO

Golshifteh Farahani, Majd Mastoura, Aïcha Ben Miled, Feriel Chamari, Hichem Yacoubi, Najoua Zouhair, Jamel Sassi, Ramla Ayari.

 

SOBRE LA DIRECTORA

Nacida en 1982, Manele Labidi es una guionista y directora franco-tunecina. Estudió Ciencias Políticas y Económicas y trabajó en el mundo de las finanzas durante unos años antes de dedicarse al cine. Ha participado en diversos proyectos de escritura y dirección para teatro, radio y series de televisión. Su primer cortometraje, “A Room of my Own”, es una variación tragicómica en torno al ensayo de Virginia Woolf. En 2016, participó en un programa de escritura de guiones en la FEMIS de París. “Asuntos de Diván” es su primer largometraje.

 

FRAGMENTO DE ENTREVISTA CON LA DIRECTORA

P: “Asuntos de Diván” es tu primer largometraje. Antes, habías trabajado en otras áreas. ¿Qué te impulsó a hacer esta película?

R: El cine siempre ha formado parte de mi vida. Las imágenes, los actores, las historias y la energía que hay en una sala de cine siempre han tenido un efecto casi místico en mí. Pero la idea de hacer una carrera en el cine surgió más tarde. Crecí en una familia modesta de inmigrantes tunecinos, muy alejados del mundo del cine y de la cultura en general. Cuando era joven, elegir una carrera artística representaba una transgresión considerable que fui incapaz de hacer. Así que estudié carreras “más seguras” como ciencias políticas y economía, y conseguí un trabajo fantástico en un gran banco. Una vez que taché esas cosas en mi lista de objetivos y tras haber disipado la ansiedad e inseguridad en el plano económico, sentí un gran vacío. Empecé a escribir otra vez y recuperé textos antiguos y esquemas de guiones en los que había trabajado durante mis estudios. Sentí la necesidad imperiosa de hacer cine. Lo dejé todo y empecé de cero. (Aunque más tarde me di cuenta de que nunca empiezas de cero; todas las experiencias son útiles en algún momento). Empecé a estudiar cine de forma autodidacta. Me sumergí en cientos de libros, contacté con personas que estaban conectadas de manera directa o remota con el cine, probé cosas con mi pequeña cámara; Y escribí muchísimo. Descubrí el trabajo de los actores a través de la actriz francesa Isabelle Carré, a quien tuve la suerte de ayudar durante unos meses cuando dirigía una obra que yo había adaptado para el teatro. Fue una revelación. Comprendí que dirigir actores sería la parte fundamental de mi trabajo.

P: ¿Cuál fue la génesis de este proyecto?

R: Este proyecto fue fruto de dos acontecimientos relativamente separados. El primero se remonta a unos años atrás, cuando le dije a mi madre que me estaba psicoanalizando. Una vez que superamos las explicaciones, me encontré lidiando con una mujer que se sentía traicionada. ¿Cómo me atrevía a contárselo todo a un extraño? ¿Deconstruir mi pasado, mi educación, hablar sobre ella y nuestra familia, y encima pagar mucho dinero por hacerlo? ¡A ese precio, mi madre se ofreció para ser mi psiquiatra! El segundo acontecimiento fue un punto de inflexión muy importante: la revolución tunecina de 2011 y el impacto que tuvo en los tunecinos que conocí varios meses después. Túnez siempre me ha parecido un magnífico escenario cinematográfico, con sus paisajes, la luz y la complejidad de sus habitantes. Están en la encrucijada de dos culturas, árabe-musulmana y mediterránea. Sabía que mi primera película se desarrollaría en Túnez, un lugar importante en mi propia historia, y esta película es una declaración de amor a la tierra natal de mis padres.

P: Tu película muestra una sociedad tunecina en plena efervescencia que atraviesa cambios culturales, económicos y sociales de gran envergadura. ¿Por qué era importante que la historia se desarrollara después de ese cambio histórico?

R: Después de la revolución, el país se volvió “locuaz” de repente, tras décadas de dictadura. Comprar una barra de pan podía llevarte dos horas por la necesidad irreprimible del panadero de expresarse, contarme sus penas y frustraciones pasadas y darme su opinión sobre el rumbo que debía tomar el país. Las palabras salían a borbotones como respuesta a preguntas sobre el futuro del país, la inminente crisis económica y el espectro del extremismo islámico. Comprendí que la revolución había tenido un gran impacto en la psique de la población. La abrupta caída de la dictadura había sumido al país en el caos y la incertidumbre, provocando estados de ansiedad y depresión en algunas personas. Los meses que siguieron a la revolución me recordaron los primeros meses de mi psicoterapia. Estás perdido, tienes que reconstruirte, lo cuestionas todo. Después, las cosas empiezan a encajar poco a poco. De ahí surgió la idea de una psicoterapeuta franco-tunecina que escucha con la distancia de un extraño, pero con la motivación de alguien que ha venido a aportar su grano de arena a la reconstrucción de su país de origen.

P: En tu película no hablas del choque Oriente/Occidente. ¿Por qué no?

R: La psicoterapia y el psicoanálisis siguen siendo marginales y de difícil acceso en Túnez, pero no creo que se deba solo a una profunda resistencia religiosa o cultural. Esos son factores, pero desconfío de las teorías esencialistas sobre el mundo árabe-musulmán. La resistencia a estas disciplinas también se produce en el mundo occidental. No tenía ganas de coger el camino más fácil, él de “un extranjero que viene a predicar la buena nueva a una población ingenua y sin educación”. La realidad no es así. La demanda de psicoterapia ha aumentado entre las clases medias y altas desde la revolución, por lo que decantarse por el cliché de una psiquiatra occidentalizada enfrentada a una población atrasada habría sido trivial e injusto. Quería centrarme en el plan osado de una mujer joven que abre una consulta en un país en crisis, sumido en una reconstrucción social, política, económica y administrativa.

P: Este tipo de temas suelen tratarse con un sesgo dramático. ¿La comedia te permitió abordarlos de forma más directa?

R: De hecho, los acontecimientos de las últimas décadas nos han reducido al terrorismo, al islamismo, a las figuras masculinas represivas y a las figuras femeninas oprimidas. Quería utilizar las herramientas de la comedia para romper ese patrón y plantear una visión diferente. La comedia nos permite tratar temas serios implícitamente de una manera elegante y más distante. Eso me dio mucha libertad. Además, el humor es una parte inseparable de la cultura tunecina. No habría sido fiel a la energía que desprende el país si no lo hubiera tratado en la película.

P: ¿Te atrae la comedia como género? ¿Alguna película te ha influenciado en particular a la hora de hacer “Asuntos de Diván”?

R: Me encanta el género de la comedia. Es muy exigente, tanto a la hora de escribir como en los tiempos. De hecho, el ritmo se parece mucho a una partitura musical. También es difícil de dirigir. Quería que la dirección fuera sutil para que las situaciones y los actores pudieran sobresalir. Las comedias italianas de los años 60 y 70 fueron una referencia importante, ya que abordan temas sociales y políticos a través de la lente del humor y la sátira. Comedias como ‘Le Pigeon’, ‘Matrimonio a la italiana’ y ‘El bueno, el feo y el malo’ desprenden una histeria, una vitalidad, una osadía que se mezclan siempre con poesía y humanidad. Me impactaron muchísimo y fueron una especie de puente metafórico que me acercaba a mi cultura árabe-mediterránea. La elección de la música de ‘Arab Blues’ fue totalmente deliberada, sobre todo la cantante Mina que abre y cierra la película.

LA HIGUERA | CINE

https://www.lahiguera.net/cinemania/pelicula/9199/comentario.php

Los comentarios estan cerrados