El cielo gira

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Dirigida por: Mercedes Álvarez
Estreno: 4 de Octubre de 2007
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El cielo gira

Una película de Mercedes Álvarez

En el mes de Octubre se estrena en las salas argentinas la ganadora indiscutida en 2005 (Premio del Jurado, Fipresci y el del Público) del VII FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE INDEPENDIENTE DE BUEOS AIRES (BAFICI).

Alberto Bermejo  escribió para el Diario El Mundo (España)

 “El cielo gira se ocupa de atrapar un momento determinado en una localización concreta; pero de su visión surge una impresión mucho más amplia, casi cósmica, que confronta la sorda extinción de un pueblo semiabandonado del interior de la Península Ibérica a una evocadora reflexión sobre la relatividad del tiempo y la grandiosa o insignificante presencia de los humanos en la inmensidad del universo”

 

Premios

Premio Turia al Mejor Documental ( España, 2006)

Premio ADIRCAE al Mejor Documental y al Mejor Nuevo Director

(España, 2006)

Mejor Película y Premio Fipresci en BAFICI ( Argentina, 2005)

Premio CEC (Círculo de  Escritores de Cine) al Mejor Montaje y Mejor Artista (Premio Revelación) a Mercedes Álvarez (España, 2005).

Mensión especial al documental en el Festival de Cine de Málaga

(España, 2005)

Premio Tigre en Festival Internacional de Cine de Rotterdam

(Países Bajos, 2005)

Sinopsis:

En Aldealseñor, un pueblo de los páramos altos de Soria, quedan hoy 14 habitantes. Son la última generación, después de mil años de historia ininterrumpida. Hoy, la vida continúa. Dentro de poco, se extinguirá sin estrépito y sin más testigos. Los vecinos de Aldealseñor y el trabajo del pintor Pello Azketa comparten algo en común: las cosas han comenzado a desaparecer delante de ellos. La narradora vuelve a su origen y asiste a ese final al tiempo que intenta recuperar una imagen primera del mundo, de la infancia.

“Yo tenía tres años el día en que mi familia se marchó de Aldealseñor, a finales de los sesenta. Aunque yo y mis hermanos mayores nacimos allí –y mis padres, y los padres de mis padres- y aunque hoy puedo contar sin mezcla de olvido la vida de antepasados a los que nunca llegué a conocer, ese día de finales de los sesenta, en el fondo tan cercano, no puedo recordarlo; es como si no perteneciera a mi memoria.

 En los libros he leído que el pueblo tenía a principios de siglo cuatrocientos habitantes, luego trescientos, más tarde doscientos cincuenta… Hoy la comarca presenta más de cinco pueblos abandonados o en trance de desaparición. Y en toda la provincia de Soria se despuebla el paisaje y se arruina la memoria desde hace siglos en un retroceso imparable, acelerado en las últimas décadas”. (Mercedes Álvarez)

Ficha artística:

Los vecinos:

Antonino Martínez, Silvano García, José Fernández, Cirilo Fernández, Josefa García, Aurea Mingo, Milagros Monje, Elías Álvarez, Crispina Lamata, Valentina García, Blanca Martínez, Román García, Salah Rafia, Hicham Chate, Alfredo Jimeno.

El pintor: Pello Azketa.   

Ficha técnica:

Dirección: Mercedes Álvarez / Productor: José María Lara / Guión: Mercedes Álvarez y Arturo Redín / Montaje: Sol López y Guadalupe Pérez con la participación de Julia Juániz y Laurent Dufreche / Director de Fotografía: Alberto Rodriguez / Ayudante de Dirección: Abel García / Sonido: Aurelio Martínez y Amanda Villavieja / Microfonista: Inmaculada Serra / Ayudante de cámara: Raúl Cuevas / Producción: Mikel Huércanos y Eva Serrats

Duración: 115 min / Formato: 1:1,66 / Sonido: Dolby SR

Película realizada por iniciativa del Máster de Documental de Creación de la la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona. Productor Delegado de la UPF, Jordi Balló.

Producida por José Mª Lara P.C. y Alokatu S.L.

Información adicional:

Aparición y desaparición

    Había la posibilidad de asistir –en un lugar concreto, con personas reales- a un capítulo necesario de la experiencia y la vida humanas: el tiempo de la ruina y la decadencia, que precede a su desaparición. Se trataba de mostrar qué cosas ocurren entonces, y registrarlas mientras ocurren.

    A menudo la ficción del cine ha reflejado con éxito el proceso de decadencia de un individuo; con más dificultad, el de un grupo humano, el de un clan, el de una generación. Para escalas mayores, para hablar de la caída de toda una civilización o de una cultura, lo más acostumbrado es la alusión, que el lenguaje del cine traduce en elipsis: se muestra un paisaje de ruinas, se muestra lo que era antes en cuanto que ya no es, y luego un tiempo nuevo que ha suplantado al anterior. Pero de lo que aquí se trata es de ese intervalo en el que todavía hay vida. Y durante ese trance de desaparición se dan sin embargo momentos únicos, hechos que brillan con un significado especial al tiempo que se apagan, y que tienen la capacidad de evocar toda la intensidad del trance. En su cualidad, esos hechos significativos son quizá comunes a la caída de individuos, grupos y culturas. Quise prestar especial atención a esos momentos, sin aislarlos del conjunto, sin subrayar su carga dramática.

    Hay una cualidad del paisaje nada frecuente de encontrar y que sin embargo se da en la región de la Aldealseñor, en los páramos altos de Soria, de una manera inmediata: la experiencia física, en un solo golpe de mirada sobre la comarca, de tiempos históricos distintos, a veces antediluvianos. Las huellas de dinosaurios y el pueblo en su actualidad y a punto de desaparecer, los castros celtíberos, las ruinas romanas o la torre árabe del palacio convivían simultáneamente.

    Ese tiempo profundo que rige las estaciones, las generaciones y los milenios, estaba milagrosamente ahí, intacto, y podía experimentarse con los sentidos. Y tuve el presentimiento de que el último capítulo en la historia de La Aldea, los días que estábamos viviendo durante el rodaje, no era más que uno de sus intervalos, antes de que llegara la nueva época, la del hotel y los molinos. Me dije que si esa experiencia conjunta de tiempo biográfico (el mío y el de los habitantes del pueblo) y de memoria colectiva pudieran proyectarse sobre un tiempo profundo, merecía la pena intentarlo. La forma que intentamos durante el montaje fue marcar con esos tres tiempos un compás, que se repite varias veces a lo largo de la película. Así, el tiempo de rodaje acabó convirtiéndose en tiempo documental y, finalmente, en tiempo argumental. El cielo gira relata los hechos seleccionados y los momentos significativos de un trance de desaparición; los que se produjeron en Aldealseñor entre otoño de 2002 y junio de 2003, quedando así anclados en el tiempo y en la memoria. (Mercedes Álvarez)

El pintor

    La trayectoria artística de Pello Azketa, nacido en 1949, merecería quizás, ella sola, la atención de un relato, un relato intempestivo, que tendría el valor de una parábola. Su búsqueda pictórica es un caso especial de dedicación y tenacidad. Al final de esa búsqueda está el logro de una técnica personalísima, que sólo le sirve a él y que obliga a replantear los presupuestos de lo que es mirar y ver, de lo que es objeto y sujeto, obviados en cualquier tratado básico de pintura. Durante los años 70, Pello Azketa formó parte de una fructífera generación de pintores de vanguardia que dio en llamarse Escuela de Pamplona y que desarrolló su investigación en diferentes direcciones (desde el expresionismo abstracto, caso del desaparecido Mariano Royo, hasta la simplificación minimalista y poética de un Pedro Salaberri). Azketa, sin embargo, persiguió siempre la exploración de un hiperrealismo aplicado al paisaje urbano y a los objetos humildes de la vida cotidiana, logrando en pocos años una colección de cuadros virtuosos de una técnica acabada y una poesía extraña y verdadera.

     A comienzos de esa década, el pintor empezó a sufrir una enfermedad ocular que derivó en pocos años en una ceguera “prácticamente” completa.

     En 1992, tras siete años de consultas médicas, el pintor volvió a situarse frente a un lienzo. Conservaba aún un resto de visión y una enorme, casi intacta, memoria visual y pictórica.  Desde 1993, que señala el comienzo de esta segunda época del pintor, Pello Azketa no ha dejado de preparar exposiciones, cada uno o dos años. Generalmente se trata de colecciones monográficas que resultan después de hacer un viaje, del material fotográfico y de los apuntes in situ hechos en su transcurso.

Biofilmografía: Mercedes Álvarez

Dirigió en 1997 el cortometraje “El viento africano”. A partir de 1998, centrándose en el lenguaje documental, participó en el Master de Documental de Creación de la Universidad Pompeu Fabra. Montadora del largometraje “En Construcción”, película dirigida por José Luis Guerín que en 2001 obtuvo el Goya al mejor documental y el Premio Internacional del Jurado en el Festival de San Sebastián, entre otros premios. Como en el caso de “En construcción”, el proyecto “El cielo gira” surgió también en el ámbito del citado Master de la UPF, con el apoyo de su director Jordi Balló, la colaboración de algunos de sus alumnos y la participación del ICAA, Canal +, Gobierno de Navarra, Gobierno Vasco y la Junta de Castilla y León.

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