El Rastro

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Dirigida por: Rolf de Heer
Estreno: 25 de diciembre de 2008
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El Rastro
(The Tracker)

Una película de Rolf de Heer

Fecha de estreno: 25 de diciembre de 2008

“Dios respeta la ley aborigen tanto como respeta la ley del hombre blanco… tal vez más.”
 El Rastreador

PREMIOS
• Australian Film Institute,  Mejor actor (David Gulpilil)

• Australian Screen Sound Guild , Mejor sonido en la realización
(Tony Young, Tania Nehme )

• Australian Writers Guild,  Mejor guión (Rolf de Heer )

• Cinemanila International Film Festival , Mejor actor

• Film Critics Circle of Australia Awards,  Mejor actor, Mejor película, Mejor guión, Mejor Banda Sonora (Graham Tardif , Rolf de Heer)

• Flanders International Film Festival, Mejor guión (Rolf de Heer )

• IF Awards, Mejor actor, Mejor realización (Rolf de Heer, Julie Ryan);
Mejor música (Graham Tardif )

• Paris Film Festival, Premio de la prensa a Rolf de Heer

• Screen Music Awards, Australia; Mejor música original para cine
          (Graham Tardif, Rolf de Heer por el tema “Far Away Home”).
• Valladolid International Film Festival, Premio Especial del Jurado a Rolf de Heer

• Venice Film Festival; Premio SIGNIS a Rolf de Heer

Sinopsis

Cuatro hombres se abren camino a través del territorio salvaje, rastreando implacablemente a un fugitivo. Corre el año 1922 en Australia.

El Fanático lidera al Rastreador y a otros dos hombres blancos, el Seguidor y el Civil, en la persecución del Fugitivo. El Fanático (Gary Sweet) que está a cargo del grupo; es frío, despiadado, calculador pero complejo. El segundo de los blancos es el Seguidor (Damon Gameau): novato, el desierto es nuevo para él. Y el Veterano (Grant Page): un pensador más que un hacedor. Pero el verdadero líder, aunque el resto no lo sepa, es el Rastreador (David Gulpilil), una figura misteriosa que no es lo que parece.

Están detrás del Fugitivo, un aborigen acusado de asesinato de una mujer blanca. La tensión se acrecienta: los blancos presienten un aborigen hostil detrás de cada árbol.
Atravesada por la masacre y el asesinato, la cacería continúa, hasta que las nociones inequívocas de verdad y justicia se subvierten.
La pregunta deja de ser si será atrapado el Fugitivo, para ser ¿qué es negro y qué es blanco? y ¿quién está guiando a quien?

Ficha artística:

David Gulpilil …  el Rastreador

 Gary Sweet …  El Fanático

 Damon Gameau …  El Seguidor

 Grant Page …  El Veterano

 Noel Wilton …  El Fugitivo

Ficha técnica:

Guión, dirección y producción:  Rolf de Heer
Producción: Julie Ryan
Producción ejecutiva: Bridget Ikin /  Domenico Procacci / Bryce Menzies
Director de fotografía:  Ian Jones
Diseño de sonido: James Currie
Edición:  Tania Nehme
Música compuesta por  Graham Tardif
Interprete: Archie Roach

Título original: The Tracker
Formato: 35 mm
Duración: 95 min
Origen: Australia
Idioma: Inglés
Color
Sonido: Dolby Digital
Acerca  del director: Rolf de Heer

Nace en 1951 en Holanda y a los ocho años se traslada a Australia. Trabajó en la Australian Broadcasting Corporation y se graduó en la Australian Film Televisión & Radio School en la especialidad de dirección y producción. Tras realizar sus dos primeras películas y rechazar ofertas para dirigir en Hollywood hizo Dingo, con la leyenda del Jazz Miles Davis.
Filmografía: Dr. Plonk (2007), Ten Canoes (2006), Alexandra’s Project (2003), The tracker (2002), The Old Man Who Read Love Stories (2001), Dance Me to My Song (1998), Epsilon (1997), The Quiet Room (1996), Bad Boy Bubby (1993), Dingo (1991) Tale of a Tiger (1984).

Acerca del actor David Gulpilil.
Nace en 1953 en una tribu del famoso parque Kakadu, en el norte de  Australia. En 1969 el director británico Nicholas Roeg lo elige como protagonista en WALKABOUT, que da inicio a su carrera. Ha actuado junto a Richard Chamberlein, Dennis Hooper y ha sido dirigido por Wim Wenders entre otros.
Filmografía destacada: Australia  (2008), Ten Canoes (2006),  La Propuesta (2005), Eligiendo su destino (2002), Generación robada (2002), Cocodrilo Dundee (1986), Elegidos para la gloria (1983).
Notas de producción:
Cuando el Festival de Artes de Adelaida convocó al director Rolf de Heer para realizar una película para la programación de films de 2002, les acercó su proyecto para “El rastro”.
Rolf había escrito un borrador diez años atrás, cuando estaba realizando una investigación para otro proyecto. Había leído sobre las primeras asociaciones entre los aborígenes y los colonizadores blancos y se dio cuenta de que una parte de la historia de Australia no había sido contada por el cine hasta ese momento.
“De repente, tuve la historia, dejé lo que estaba haciendo y escribí el argumento, me llevó un día y eso fue todo. Así nació “El Rastro”.
Aunque hubo un “vago esfuerzo” en ese momento por realizar el film, no dio resultado y fue dejado de lado. En lo que él describe como “una serie de eventos bastante extraordinarios”, el proyecto pareció ir tomando vida propia.
El Festival de Artes de Adelaide, con SBS como sponsor, encargó la realización de “El rastro”. La Corporación Financiera Australiana de Cine y la Corporación de Cine del Sur de Australia otorgaron los fondos adicionales.
Mientras desarrollaba el guión, Rolf comenzó a sentir fuertemente lo que el film debería ser, “y no incluía mucho diálogo”.
“El cine no debe tener necesariamente mucho diálogo. Si hay una determinada historia que es contada de una determinada manera (y eso era lo que yo realmente quería), tiene escasa necesidad de texto.”
El film gira alrededor de cuatro protagonistas: el Rastreador, interpretado por David Gulpilil, el Seguidor, el Veterano y el Fanático, que lidera al grupo en la cacería de un Fugitivo a través del escarpado interior australiano.
Rolf sitúa The Tracker en 1922, el año en que nació su padre, y aunque se trata de una historia de ficción, intenta mostrar las prácticas y actitudes de la época en la historia australiana.
Hacia el final de la pre-producción, la imagen de época de la película fue corroborada y autentificada con vestuarios, cortes de pelo y botas, realizadas por el nieto de un viejo zapatero que solía hacerlas en aquellos años.
“Hacerlo bien” también significaba usar cadenas al cuello, a las que Rolf describe como “implementos de restricción diseñados para convictos, sospechosos y aborígenes. Pero que siguieron usándose para aborígenes por más de un siglo después que su uso se discontinuara para convictos y sospechosos.”
Las cadenas para el cuello fueron diseñadas por un herrero contemporáneo que se especializa en utilería para teatro. Pero Rolf estaba preocupado por la incomodidad que David y Gary podrían experimentar al usarlas. “Cuando se probó una, todos hicimos un gesto colectivo como pidiendo disculpas.”, cuenta Rolf.
Las siete semanas de rodaje se llevaron a cabo en el corazón del sur australiano, en Arkaroola, un santuario privado de vida salvaje en medio de semi-desértico interior del país. Situado hacia el norte de la cordillera Flinders, alrededor de 130 kilómetros al este del arroyo Leigh.
El elenco y el equipo técnico se instalaron en cabañas en la enorme propiedad y a menudo debían caminar para acceder a las más de setenta locaciones que Rolf había seleccionado.
El equipo fue intencionalmente pequeño, el modo preferido de trabajar de Rolf. “Aunque careces de recursos y de infraestructura, los beneficios de un grupo pequeño son fantásticos.”, dijo. “Todo el proceso es mucho mejor, la comunicación y el movimiento son mucho más sencillos y, por lo tanto, se incrementa el tiempo de rodaje y ayuda a tomar decisiones de forma rápida.”
La preservación del medio ambiente fue un desafío para el rodaje y a menudo la acción fue capturada en la primera toma, sin ensayos.
“Necesitábamos mantener el terreno libre, por eso hacíamos senderos para los caballos, para poder llegar al final sin tropezar con nada. Y luego filmábamos, en lo que hubiera sido un camino obstruido. Cuando llegábamos al final, el suelo ya estaba alterado y no podía rodarse de nuevo.”
Aunque la película se centra en cuatro protagonistas, el guión requiere de extras en las escenas donde el grupo descubre y masacra a los aborígenes locales. Estas escenas fueron momentos tensos para el elenco y el equipo técnico, aunque Damon (el Seguidor) observó que los extras parecían “muy, muy contentos de contar esta historia”.

Damon dijo: “ellos, básicamente, nos dijeron ‘siéntanse con total libertad para humillarnos todo lo que quieran, hagan lo que sea necesario porque queremos que esta historia sea contada.’”
Los extras fueron encadenados juntos alrededor del cuello “como se acostumbraba en esos días”, dijo Rolf. Pero permanecieron pacientes, “un triste recordatorio de cómo solíamos hacer las cosas, aún durante mi época.”
“Creo que los extras comprendieron que estaban haciéndolo mejor de lo que nosotros podríamos haberlo explicado… permanecieron pacientes, cautivos en sus cadenas, y simplemente mantuvieron su dignidad”, dijo Rolf.
Las escenas de masacre preocuparon al director durante la pre-producción. El estaba cada vez más preocupado por “la naturaleza de la violencia en la pantalla y lo que eso nos hace.”
Consideraba alternativas para representar la violencia, hasta que el reconocido paisajista australiano Peter Coad fue a visitarlo. “Miré a Peter y pensé, ‘Ahora sí. Esto es lo que haremos: tratar la violencia con pinturas.”, contó.
Le encargó a Peter realizar catorce escenas en grandes lienzos de proporciones anamórficas para que pudieran ser filmadas y editadas dentro de la película. La mayoría de las pinturas son figurativas y representan la violencia infligida a los aborígenes. Otras, muestran el paisaje y las armas.
Según Peter, las pinturas “nos hacen ver” y ha empleado colores extremos para “impactar, influenciar y shockear”. Es la primera vez que se incluyen ilustraciones originales en una película australiana.
Otra primera vez para una película de Rolf de Heer es la inclusión de canciones. “Imaginarme haciendo una película con canciones fue bastante extraño,” dice Rolf. “Pero me pareció bien. Tenía que ver con el contenido y con aligerarlo y subvertirlo.”
El compositor Graham Tardif escribió la música y la melodía para diez canciones, luego Rolf escribió las letras. “Esto liberó creativamente a Graham y significó para mí un trabajo de herrero con las palabras. Me tomó bastante tiempo. Fue bastante difícil.”, cuenta Rolf.
El premiado músico autóctono Archie Roach fue elegido para dar voz a estas canciones. De hecho, cantó en vivo durante algunas proyecciones de “El rastro” en el Festival de Artes de Adelaida, en 2002.
Rolf destacó que hacer El rastro “fue un gozo de principio a fin” y que si el film hubiera sido realizado diez años atrás, cuando lo escribió por primera vez, las cosas no hubieran salido tan bien.”
Más info: http://www.vertigoproductions.com.au/tracker.html
Trailer: http://www.youtube.com/watch?v=jSFR17cEfa4

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