La vitalidad de los afectos
La vitalidad de los afectos
(The misfortunates – La merditude des choses)
(De helaasheid der dingen)
Una película de Felix Van Groeningen
Fecha de estreno: 1 de Septiembre 2011
Sinopsis
Gunther Strobbe, de 13 años, vive con su padre Celle, quien después de su fracaso matrimonial, se mudó a la casa de su anciana madre. También viven allí sus tres tíos Pieter, Koen y Lowie. Toda la particular familia vive en un “rancho” en la pequeña ciudad provinciana de Reetveerdegem.
Todas las noches Gunther se reúne con su padre y sus tíos en el bar del pueblo. Ellos beben para olvidar, mientras que Gunther escribe sus tareas escolares. La llegada de la tía Rosie y de su hija adolescente Sylvie es un grato y bien recibido alivio, en medio de la monotonía de su vida cotidiana. Para Gunther, Rosie y Sylvie son la prueba de que fuera de Reetveerdegem hay una vida diferente.
La holgazanería y la rutina de emborracharse y perseguir mujeres es finalmente interrumpida por la visita inesperada de los Servicios de Protección Infantil. Esta organización comprueba sin ninguna duda que ese ambiente no es el indicado para criar a un niño de 13 años de edad. La reacción del padre de Gunther es dura: en primer lugar destroza los muebles (para eso están los muebles), luego golpea a su hijo y finalmente, acepta ingresar en un centro de tratamiento de adicciones.
¿Alguna vez funcionarán bien las cosas entre padre e hijo? ¿Podrá Gunther, al menos, influir en el curso de su propia historia? ¿Podrá cambiar su destino? ¿Podrá, finalmente, escapar de la trampa de los afectos?
Ficha artística
Gunther Strobbe (13 años) Kenneth Vanbaeden
Gunther Strobbe (adulto) Valentijn Dhaenens
Marcel “Celle” Strobbe Koen De Graeve
Lowie “Gasolina” Strobbe Wouter Hendrickx
Pieter “Fortachón” Strobbe Johan Heldenbergh
Koen Strobbe Bert Haelvoet
Meetje Gilda De Bal
Tía Rosie Natali Broods
Prima Sylvie Pauline Grossen
Novia de Gunther Sofie Palmers
Director de la escuela Guy Dermul
André Jos Geens
Alguacil Robby Cleiren
Nele Fockedey Sara De Bosschere
Pequeño Franky Wout Kelchtermans
Franky adulto Yves Degryse
Madre de Gunther Katrien Declercq
Hijo de Gunther Sten Van Gestel
Ficha Técnica
Director: Felix Van Groeningen
Guión: Christophe Dirickx y Félix van Groeningen
Basada en la novela del mismo nombre de Dimitri Verhulst
Productor: Dirk Impens
Productores asociados: Rudy Verzyck y Alberte Gautot
Co-productores: Jeroen Beker y Frans van Gestel para IDTV Cine
Banda sonora original: Jef Neve
Fotografía: Ruben Impens
Sonido: Jan Deca y Michel Schöpping
Escenografía: Kurt Rigolle
Vestuario: Lauwerys Ann
Maquillaje: Diana Dreesen
Edición: Nico Leunen
Tiempo de duración: 108 ‘
Sonido: Dolby SRD
Formato 1 / 2:35
Con el apoyo de Fonds Vlaams Audiovisueel – Nederlands Fonds voor de Film
Vlaamse Media Maatschappij – Programa MEDIA de la Unión Europea
Acerca del director: Felix Van Groeningen
Van Groeningen es considerado uno de los pioneros de la belga “Nouvelle Vague”. Sus películas se caracterizan por un estilo personal reconocible y una mirada fascinante de la gente en varios ámbitos.
Felix Van Groeningen, de 31 años, se graduó como maestro de artes audiovisuales de la KASK, en 2000 con su cortometraje “50 cc”. Ya en aquel momento, Dirk Impens, miembro del estudio de producción de Menuet, admiraba el talento obstinado de Van Groeningen.
Félix escribió y dirigió varias piezas teatrales. Después de probar diferentes caminos dentro del mundo de la cultura, decidió regresar a su primer amor: hacer películas. Junto con el productor Dirk Impens, Félix ha dirigido hasta el momento tres largometrajes, cada uno de los cuales tuvo una gran repercusión entre la prensa y el público.
Filmografía
1999 – Truth or dare (26 min.)
2000 – 50cc. (42 min.)
2001 - Bonjour Maman (9 min.)
2004 – Steve + Sky (94 min.)
2007 – Dagen Zonder Lief (100 min.)
2009 – De helaasheid der dingen (La vitalidad de los afectos) (108 min.)
Acerca del productor: Dirk Impens
Dirk Impens comenzó su carrera en 1981, trabajando en el teatro como director del nuevo escenario internacional. Hasta 1985 realizó una gira por Bélgica y Europa con todo tipo de producciones. A continuación, comenzó a trabajar como líder en la producción multimedia (actualmente Eyeworks), que fue dirigida por Erwin Provoost, entre otros.
En 1989 Impens comenzó su propio taller de producción. Desde entonces ha sido uno de los productores independientes más activos en Flandes. Después de su primer largometraje, “Blueberry Hill”, produce ‘Daens’, una historia épica de Bélgica que fue nominada como Mejor Película Extranjera al el Oscar en 1993.
Al mismo tiempo, produce alrededor de 20 largometrajes y series de televisión diferentes. La vitalidad de los afectos es el tercer trabajo en cooperación de Dirk y Félix.
Entrevista al director:
¿Cómo encontró el libro “La merditude des choses”?
Estaba buscando un libro para adaptar. No soy un ávido lector, pero confieso haber caído en el amor con las obras de Dimitri Verhulst. Él escribió los libros que hubiera querido escribir yo mismo. Es particularmente difícil y, sin embargo, poético, lo que me parece super agradable. Se atreve a ir más allá, escribiendo lo que otros no se atreven a decir. En él se destacan todos los defectos humanos: intransigente, pero con humor. Hace que la gente se vea en problemas, pero que sean anfitriones al mismo tiempo. Me gusta mucho su forma de estructurar, sólo al final se descubre la unidad de
lo que parecía, a priori, un relato inconexo. Después de tres capítulos, estaba convencido de que “La merditude des choses” no podría adaptarse pero después de terminar el libro, ví las cosas de manera diferente. Recién en los últimos tres capítulos se detecta el propósito de la obra. Incluso los gritos. Cualquier vulgaridad, todas las anécdotas picantes de la primera parte, finalmente, encuentran su lugar.
¿Pudo tomar posesión de esta historia?
Poco a poco se convirtió en mi historia. Es mi tercera película, pero también la primera vez que adapto un libro. Y como el trabajo no es más que magia, fluyó de la fuente al guión, muy rápidamente. Escribir es, para mí, la fase más dura, la que presenta la mayor complejidad. Este libro, sin duda, no era fácil de adaptar. En el libro, los grandes saltos temporales no son un problema para el lector. Pero la película responde a reglas diferentes. Sin embargo, los momentos más notables del libro lo son también en la película. Los libros se pueden adaptar al cine con la condición de amar el libro realmente. Si usted vuelca su corazón en el libro, debería ser capaz de traducir ese sentimiento en la película.
El tono del libro es único. Algunas escenas incluso sería iluso tratar de filmarlas, literalmente. La parte más difícil fue el personaje principal: un chico de trece años, que pasa la mayor parte de su tiempo mirando y contemplando. Un papel pasivo para una película. Hice lo más clásico. La historia de un niño que quiere escapar de su medio. Algunas entrevistas con Dimitri Verhulst y la lectura de otras entrevistas me ayudaron. El libro es autobiográfico. En primer lugar, me enteré de que la violencia era moneda corriente en la casa. El padre a veces jugaba; lo perseguía con un cuchillo en las manos. Este niño es naturalmente orgulloso de la gente con la que crece, admira a su tío y encuentra muchas cosas valiosas en ellos. Pero la locura del alcohol se vuelve en su contra. Está buscando una manera de salir. En la película, el personaje principal es más activo que en el libro. Utiliza los códigos que conoce, los códigos del clan. Pero para sobrevivir, debe hacer las cosas a su manera.
Todos los capítulos fascinantes se presentan en la película, incluyendo la copa mundial de bebedores, pero deben ser más funcionales. Deben ser divertidos y emocionantes. No podemos trazar una línea sobre el humor y el romance negro, pero podemos imaginarla… Entonces vemos la pobreza extrema y una tristeza profunda. ¿Cómo encontrar el equilibrio?
Nos reímos mucho durante la filmación. Muchas escenas son divertidas, pero de repente tan conmovedoras que la risa se desvanece. Todos, lector y espectador, se retuercen de risa antes de pasar a algunas lágrimas. Yo ya estaba interesado en estos extremos en mis películas anteriores. A veces era violento. Todo el equipo terminó en la lona después de la filmación de la escena en la que el padre ataca al hijo.
¿Cómo son sus castings?
Mi castings son locos: me enamoro de un actor o una actriz en un papel.
Koen De Graeve fue el primero con el que hubo magia. Es un hombre muy divertido y cálido. Pero también se opuso violentamente a mí, por algo ridículo, tanto es así que yo estaba en shock. Por ese incidente me sentí obligado a confiarle el papel del padre. Todo el mundo se ríe con este hombre jovial, un poco loco, incluso el hijo. Pero esto hace las cosas aún más difíciles para el niño cuando el padre se transforma súbitamente. Vi la mejor línea fraterna en Koen De Graeve, Wouter Hendrickx, Johan Heldenbergh y Bert Haelvoet. Para el papel del joven, realicé un casting extenso. Yo quería a alguien con cierto acento, eso limitaba la elección. De cientos de candidatos, finalmente seleccionamos seis. Se trataba de un chico tímido que tartamudeaba pocos meses antes del casting y no hablaba tan bien ni tenía los modales de muchos de los estudiantes de la escuela de comedia. Kenneth Vanbaeden me convenció poco a poco. Él tiene el don de fundirse totalmente en un personaje.
¿Cómo abordó visualmente “la Vitalidad de los afectos”?
Me encantan las películas visualmente fuertes. La película alterna entre pasado y presente. Opté por dos estilos diferentes. Preferí la sobriedad y la ligereza de la historia de un joven que intenta escribir. El pasado se convierte en un viaje. He buscado un caos orquestado: lo que está ocurriendo ocurre en torno a otra cosa, simultáneamente. Rodamos, cámara en mano, muy rápidamente. La mirada es la de los años ochenta, pero el estilo es más reciente. No es super nuevo, pero es contemporáneo. No se puede pasar por alto la reconstrucción. Me sumergí en albumes de fotos y documentales de época. Los trajes y peinados tienen un gran efecto. Los diseñadores buscaron bicicletas de la época y coches. Tengo 31 años, yo tenía once años en el año 1988. Tengo melancolía de todas esas cosas del pasado. Utilizar las canciones de Roy Orbison era muy caro. Y me duele gastar tanto en esos elementos cuando se sabe todo lo que se podría hacer con ese dinero. Pero no podíamos no hacerlo. Yo no soy un ávido fanático de Roy Orbison, pero jugó un papel clave en la película. Trabajamos la banda sonora con el pianista de jazz Jef Neve. Ya habíamos colaborado juntos. Esta vez, compró un software de ordenador e hizo un demo con diferentes instrumentos. Poco a poco, hemos evolucionado a una partitura muy clásica, un vals, con cadenas melódicas que no tienen miedo de la emoción. Estoy muy orgulloso del resultado. Algunos pueden criticarlo por convertirse en un director clásico, que es lo que hace todo el mundo con los años. Pero desde mi experiencia sé que esto es legítimo: sé por qué uso esta música. Es clásica… ¿y qué? Esto no es un cliché, realmente me emociona